EGUZKILORE: LA PROTECCIÓN DEL PUEBLO EUSKALDUN
EGUZKILORE: LA PROTECCIÓN DEL PUEBLO EUSKALDUN
Desde el Hotel Seminario Bilbao te traemos un poquito de la mitología vasca. Acompáñanos a conocer los orígenes y el valor de esta flor en nuestro territorio.

En el folclore vasco, existe una flor mística conocida como Carlina Angélica, o «flor del sol». Esta flor no es solo una belleza natural, sino también un símbolo profundamente arraigado en la mitología vasca, considerada capaz de ahuyentar a los malos espíritus y proteger los hogares vascos. Es un emblema de luz y fuerza que ha perdurado a lo largo del tiempo, convirtiéndose en uno de los símbolos más tradicionales de Euskal Herria.
La leyenda de la Carlina Angélica se remonta al inicio de los tiempos, cuando la tierra empezó a poblarse por el ser humano, y entre ellos también vivían criaturas oscuras y aterradoras que salían de las profundidades de la tierra. Ante esto, los hombres vivían en cavernas, aterrorizados por las criaturas de la noche, hasta que decidieron pedir ayuda a Amalur, la Madre Tierra en euskera. En respuesta, Amalur creó la luna (Ilargia en euskera) y el sol (Eguzkia en euskera) para traer luz al mundo y alejar las sombras.
Pero incluso con la presencia del sol y la luna, los hombres seguían necesitando protección durante la noche. Entonces, Amalur creó una flor tan hermosa que los seres de la noche creerían que era el propio Eguzki, el sol, y huirían aterrados. Esta flor fue llamada Eguzkilore, y se convirtió en un símbolo de protección que defendía los hogares de los malos espíritus, brujos, genios de la enfermedad, tempestades, rayos y otros enemigos del hombre.
Hoy en día, aún se pueden ver Eguzkilores colgando en las puertas de los caseríos, especialmente en los encantadores pueblos de la zona. Sin embargo, encontrar esta flor en su entorno natural se ha vuelto cada vez más raro debido al cambio climático y al consumo masificado. Ahora está prohibido coger Eguzkilores en el monte, ya que se considera una especie «rara» o «amenazada».
Desde el Hotel Seminario Bilbao, te animamos a explorar los hermosos pueblos locales y a aventurarte en los montes cercanos, como Aralar, Aizkorri o Aratz, donde quizás puedas ser afortunado y encontrar esta flor legendaria en su hábitat natural (recuerda, esta planta crece en montañas en altitudes de a partir de 800 metros).

¡Descubre la magia y la protección que la Carlina Angélica ofrece a través de esta fascinante leyenda vasca!